Abrazos de chocolate

Originalmente publicado en: https://labsbibliotecarios.es/proyecto/abrazos-de-chocolate/

Cosiendo abrazos de chocolate.
ProyectoIniciativas que son desarrolladas en los laboratorios ciudadanos por equipos de trabajo interdisciplinares, con el apoyo de los mentores y mediadores… realizado por el equipo ciudadano de Esperanza Meseguer, maestra de Infantil, muy elaborado, complejo y tremendamente catártico. Esperanza prepara el proyecto de una forma completa y sistemática. Su ficha nos sorprende, con pasos claros y objetivos ambiciosos, y la biblioteca se pone en marcha y lo hacemos posible. En ningún otro proyecto se ha dado tanta comunicación entre el equipo ciudadano, (Esperanza y sus colaboradores), y el equipo coordinadorEs la persona responsable de que todas las fases del proyecto se ejecuten. Su labor es orientar y guiar a los equipos de trabajo y hacer que se lleven…, (la biblioteca). En cosiendo abrazos de chocolate se utiliza el cuento de Sandra Alonso, que va sobre la pérdida de un abuelo y la reacción del nieto, para
despertar en lo mayores un sentimiento de autoestima y para despertar en los niños empatía con sus abuelos. Y funcionó muy bien.
Cómo se desarrolló este proyecto:

Primero nos pusimos en contacto con la autora para explicarle el proyecto y comprar ejemplares múltiples.
Después tuvimos que resolver cómo encontrar a veinte mayores dispuestos a grabarse leyendo, y con aptitudes para ello, y tiramos del Banco del Tiempo. Ellos buscaron entre sus voluntarios perfiles de personas en situación de soledad no deseada, quienes recibieron un paquete con el cuento y una carta con instrucciones para leer, grabarse y enviar el vídeo.
Los mayores, todos, los veinte, a través de WhatsApp nos envían los vídeos a la
biblioteca, nosotras los editamos, les damos el mismo formato y los subimos al canal YouTube de la biblioteca de San Javier, sin una campaña de difusión concreta, para que empiecen a tener impacto en la comunidad.
Mandamos correos a los colegios y les llamamos explicando el proyecto y recogen el guante todos, eligiendo cursos, llegando a más de quinientos niños. Los niños llevan a su casa una carta con un código qr que remite al vídeo del mayor que le ha tocado, en la carta se advierte que el vídeo se ha de ver en familia comiendo
chocolate.
Los niños, tras ver el vídeo de los mayores en casa con su familia, lo comentan en clase. Este comentario se graba, se sube al canal YouTube de la biblioteca y llega en una carta a los mayores a través de un código qr para que reciban la retroalimentación. El acto de entrega de la carta se hace en un salón amplio donde los mayores se ven entre ellos y ven a varios niños que participaron en el proyecto y que son quienes les dan las
cartas.
El proyecto empezó en febrero y ha acabado el 25 de junio, cuando los mayores recibieron un cariño abrumador y los niños empatizaron con ellos. Hay muchas anécdotas importantes que salieron con este proyecto, que da idea de su alcance. Apuntamos dos: En un colegio unos padres llamaron la atención a la dirección, porque su hijo llegó a casa con la carta, vieron el vídeo y rompió a llorar, ya que su abuelo había muerto durante esta pandemia y la actividad se lo recordó. Fue la primera vez que el niño lloró al abuelo, según admitieron los padres. Esta queja, para Esperanza y para la biblioteca, es un elogio. Hay que llorar, es necesario. En la entrega de las cartas a los mayores con las reacciones de los niños, uno de los mayores, confesó que tras leer el cuento y ser consciente del contexto del programa en el que estaba colaborando, retomó la relación con su hijo que emigró a Francia y estaba a punto de ir a ver a su nieto de tres años, que aún no conocía. Nos enseñó el billete de avión muy emocionado.